Los miomas uterinos son el tipo más común de tumor benigno en las mujeres en edad reproductiva y en muchos casos pueden causar la infertilidad.
Estos fibromas surgen en el útero de las mujeres y aunque las causas de la formación se desconocen, los miomas sufren un considerable impacto por parte de las hormonas femeninas, dado que estimulan su crecimiento.
A pesar de que el 30 por ciento de las mujeres no presenta ningún síntoma, muchas mujeres que los padecen sufren efectos que provocan un impacto negativo en su vida sexual, social y familiar. Los principales síntomas de los miomas uterinos son:
- Sangrado menstrual excesivo.
- Hinchazón y dolor de abdomen.
- Aumento de peso.
- Complicaciones en el embarazo y en el parto.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Necesidad de orinar con mayor frecuencia.
- Periodos menstruales más largos.
En cuanto al tratamiento, la cirugía es la opción más empleada cuando los miomas son grandes o causan una molestia. Y las propuestas son: miomectomía, que es el quitado del mioma para conservar el útero, así como la fertilidad y la histerectomía, que consiste en el quitado de matriz, cuando la paciente ya no desea tener hijos.
Cuando los tumores causan síntomas importantes o son de elevado tamaño pueden interferir en la fertilidad o complicar un embarazo; en ese caso, es necesario extirparlos o darles tratamiento médico, como inyecciones o pastillas.
El riesgo de infertilidad depende del tamaño, del número y de la localización de los miomas. Para ello, es importante revisarte y saber realmente el estado de sus miomas.
Los miomas sangran abundantemente, tanto durante la menstruación como de manera irregular. Si estas hemorragias no se controlan pueden provocar anemias y otros problemas relacionados, por lo que es importante tratarlos lo antes posible. La posibilidad de ser malignos es evidente pero muy poco probable.